martes, 26 de febrero de 2013

La guerra con los drones israelíes en cielos sirio-libaneses


Dos incidentes con fuego antiaéreo, algo poco usual en el contexto Hezbollah-Siria-Israel, se produjeron en medio de una inusitada actividad aérea israelí sobre el espacio aéreo libanés durante los últimos dos meses y que tuvo su pico máximo con el ataque aéreo israelí contra un convoy sospechado de llevar armas cerca de Jamraya. El diario An-Nahar informó que dos misiles habían sido despedidos de la Bekaa "en circunstancias misteriosas" y el ejército libanés dijo en un comunicado que tres aviones israelíes -dos de combate y uno de reconocimiento- habían sobrevolado el país a las 15:10 pm y "ejecutado vuelos circulares de las regiones Riyaq y Baalbek", antes de partir del espacio aéreo libanés a las 17:35 pm por encima de Naqoura”. El momento y el lugar de la fuga del drone encajan con el lanzamiento de un misil, que aparente ocurrió alrededor de las 16:15 pm.

Numerosos informes citando fuentes estadounidenses e israelíes afirman que el objetivo israelí del 30 de enero pasado había sido una o más baterías de misiles SA-17 Grizzly -avanzado sistema de defensa aérea ruso- pero dada la posibilidad que la OTAN imponga una zona de exclusión aérea sobre Siria es poco probable que Damasco le entregue a Hezbollah sus tres baterías SA-17 operativas; aun suponiendo que el grupo chiita cuenta con la experiencia técnica y logística para manejarlo, tal vez el objetivo eran las 3 baterías SA-8 Gecko –que si fueron mostradas por la televisión siria-. Ambos sistemas antiaéreos son considerados por Israel como una violación de su "línea roja" y requieren de una acción directa. En 2009, se informó que unidades de Hezbollah estaban siendo entrenados en el uso de los SA-8 Gecko en bases militares sirias, aunque ninguna de las baterías se cree que fueron transferidas a Líbano en ese momento. Siria adquirió 3 baterías SA-17 de Rusia -tras ataque aéreo israelí contra una instalación nuclear sospechosa cerca de Deir al-Zor- y 2 de las baterías fueron desplegadas a lo largo de la frontera sirio-libanesa en abril de 2012 y la tercera se mantuvo para la formación.

De hecho fuentes periodísticas rusas informaron que las fuerzas sirias presuntamente derribaron un drone israelí sobre Deir al Ashayer, un pueblo cerca de la frontera libanesa, pero no hubo informes de víctimas o daños ni los funcionarios sirios o israelíes confirmaron los informes.

Un residente de Deir al-Ashayer publicó en un grupo local de Facebook que vio un misil tierra-aire disparado desde Siria y que el avión se estrelló del lado libanés de la frontera; en la mañana la agencia estatal de noticias libanesa informó que aviones de guerra israelíes realizaron múltiples sobrevuelos sobre el sur de Líbano. La zona de Deir Al-Ashayer está a unos 15 km al oeste de Damasco, y cerca del sitio del ataque israelí del pasado 30 de enero.

Los informes contradictorios se produjeron tanto en Líbano como en Siria, pero coincidían en afirmar que un drone israelí fue derribado mientras intentaba entrar en el espacio aéreo sirio y se estrelló en el área de Rashaya. Pero el diario Al-Akhbar, afiliado a Hezbollah, informó que los testigos que reportaron el incidente se equivocaron y el "accidente" fue la caída de un misil antiaéreo, al parecer desde Siria. Al mismo tiempo, un funcionario de seguridad libanés afirmó que estaba en contacto con altos funcionarios en Damasco que le informaron que el ejército sirio derribó dos aviones no tripulados israelíes que habían intentado entrar en el espacio aéreo del país. Según la denuncia, los malos brotes se produjo en las sierras del este del Líbano, entre Deir Al-Ashayer y Yanta.

El Consejo Superior de Defensa de Líbano se reunirá mañana para discutir los últimos acontecimientos de seguridad en el país, del encuentro participarán el ministro del Interior, Marwan Charbel y el ministro de Defensa, Fayez Ghosn, además de los jefes de los organismos de seguridad; se espera que los temas a discutir giren en torno a la situación de seguridad interna y regional así como la implementación de las medidas y decisiones que sean necesarias para garantizar la estabilidad. Las decisiones tomadas por el Consejo serán confidenciales y su última reunión fue en diciembre pasado, cuando se le dio al Ejército el visto bueno para preservar la paz civil luego de los enfrentamientos en Trípoli y Sidón.

Curiosamente la embajadora de EE.UU. en Líbano, Maura Connelly, reiteró hoy el pedido de su país al régimen de Al-Assad para que respete la soberanía de Líbano. Mientras que el bloque del Futuro, encabezado por el diputado Fuad Siniora, también rechazó los ataques de miembros de la oposición siria contra Líbano; este pedido llega después que el Ejército Libre Sirio amenazó con apuntar contra las áreas que Hezbollah está utilizando supuestamente para lanzar de cohetes en su contra.

Si bien Siria y sus aliados parecen ignorar o al menos minimizan el ataque aéreo israelí, lo cierto es que no hacen nada para disuadir a Israel de repetir tales acciones, especialmente si Hezbollah continua con su posición de llevar a Líbano parte del poderío iraní remanente en suelo sirio y que podría utilizarlo en su beneficio para disuadir a Israel. Sin embargo, cada vez que Hezbollah movilice un convoy con armas correrá el riesgo de provocar una represalia israelí o una escalada similar a la guerra de 2006. Ni Hezbollah ni Israel parecen dispuestos a embarcarse en otra guerra en este momento, aun por una misión de reconocimiento en prevención del tráfico de armas hacia Líbano, pero los preparativos para una eventual crisis están listos en ambos bandos.

Por ello Siria y sus aliados están optando por una solución intermedia, como es derribar un drone israelí ocasionalmente en espacio aéreo libanés, ya que derribar un avión tripulado podría enviar el mensaje equivocado a Israel mientras que uno no tripulado es un límite de cuanto se tolerará.


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